Minimizar el impacto en el medio ambiente, evitar químicos usados en los productos cosméticos y ahorrar, son los motivos principales por los que durante los últimos años muchas mujeres han comenzado a buscar alternativas más ecológicas y naturales al uso de comprensas y tampones convencionales, como la copa menstrual.
Motivos para usar la Copa Menstrual
Las mujeres tenemos un promedio de 38 años de vida fértil durante los que usamos mensualmente distintos productos de higiene íntima, suponiendo un desembolso elevado de dinero y una exposición continua a químicos innecesario. Aunque pensemos que los tampones y compresas son exclusivamente algodón, los fabricantes usan también otros químicos como el cloro para blanquear las fibras del algodón (que es el material absorbente de los tampones y compresas) o rayón (fibra sintética conocida comúnmente como viscosa y que se usa también como material absorbente).
Uno de los motivos por los que hay mujeres que están buscado alternativas a los tampones, es porque se ha asociado el uso de tampones con la posibilidad de sufrir Síndrome del Shock Tóxico, una enfermedad poco común pero que puede llegar a ser grave causada por toxinas liberadas por la bacteria Straphylococcus aureus. Aunque no existen datos concluyentes sobre la relación directa entre uso de tampones y el desarrollo de esta enfermedad, sí existen datos de que aquellas mujeres que usan tampones regularmente tienen más posibilidades de sufrirla.
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Como consecuencia de todo esto, existen en el mercado alternativas a los tampones y compresas más naturales y orgánicas:
Copa menstrual o Mooncup
Es un contenedor fabricado en silicona de alta resistencia que recoge el flujo menstrual. Pasado un breve periodo de aprendizaje, la copa menstrual nos ofrece adaptabilidad, nos olvidamos de que la llevamos puesta, reduce las pérdidas y las manchas y supone un ahorro importante ya que tiene una vida útil de entre 5 y 10 años. Para usarla, sólo es necesario esterilizarla hirviéndola durante 3-5 minutos y colocarla, asegurándonos de que se ha adaptado correctamente. Dependiendo de nuestro flujo, hay que extraerla para vaciarla, volvemos a lavar y a aplicar. Existen distintas tallas dependiendo de nuestra edad, la cantidad de flujo que tengamos y el tamaño de nuestra vagina.
Tampones y Comprensas Biodegradables
Si no te animas a probar una copa menstrual, puedes optar por tampones, compresas y salvaslip fabricados con materiales biodegradables, como los ofrecidos por la marca Natracare. Sus productos están hechos con algodón orgánico certificado, sin plástico y con materiales biodegradables, reduciendo de esta forma el impacto sobre el medio ambiente, ya que los envoltorios y aplicadores convencionales tardan cientos de años en descomponerse. En los procesos de fabricación no se usa cloro para blanquear el algodón y los tampones no contienen rayón.
Y tú, ¿te animas a probar una de estas alternativas a los tampones?